Esta pequeña obra fue pintada en uno de los regresos de Cardoso al Sur de Tenerife. Para llegar a su casa, llamada La Finca, Cardoso debe cruzar una larga extensión que los lugareños llaman El Desierto. Según ha contado alguna vez el propio pintor, la casita situada tras la colina que aquí contemplamos pertence aún a un viejo tío suyo, cabrero de oficio y de quien un buen día jamás se supo nada. «Simplemente desapareció», ha dicho el pintor, «...una habilidad muy propia de nuestra familia»
sábado, 23 de mayo de 2009
CASA EN FASNIA, 1997
miércoles, 6 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)